Cada año, en el corazón del bosque seco tropical de Mangahurco, Loja, se vive un fenómeno mágico: el florecimiento de los guayacanes. Este evento transforma el árido paisaje en un inmenso mar dorado, atrayendo a visitantes de todo el mundo. En 2025, este espectáculo natural comenzó a principios de enero, regalando una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza, la fotografía y la cultura.
Tras las primeras lluvias, miles de guayacanes florecen de manera simultánea, cubriendo el bosque con un manto amarillo vibrante que dura entre 5 y 8 días. Este fenómeno no solo embellece el paisaje, sino que revitaliza la vida silvestre de la zona. Durante el florecimiento, abejas, mariposas y aves convierten al bosque en un espectáculo vivo. El florecimiento de los guayacanes no es solo una oportunidad para admirar la belleza de la naturaleza, sino también para sumergirte en la cultura y tradiciones de la región.
Actividades destacadas:
Avistamiento de fauna nativa como venados y aves únicas del ecosistema.
Senderismo por rutas panorámicas que te llevan a los mejores puntos de observación.
Talleres de artesanías y recorridos culturales ofrecidos por las comunidades locales.
Festivales nocturnos donde puedes disfrutar de música, danza y cielos estrellados.
Hay rutas marcadas que permiten explorar los mejores puntos panorámicos. La luz dorada al amanecer y al atardecer crea momentos perfectos para capturar fotografías inolvidables, por otro lado este ecosistema alberga especies como venados, zorros y una rica diversidad de aves. El evento también es un recordatorio de la fragilidad del ecosistema del bosque seco tropical. Las comunidades han trabajado para fomentar un turismo responsable, protegiendo los recursos naturales mientras generan ingresos locales. Tu visita contribuye directamente a la conservación y desarrollo de la región.
Este año, el florecimiento es especial, ya que ha coincidido con una serie de eventos culturales que incluyen presentaciones artísticas y festivales nocturnos bajo las estrellas, donde el cielo despejado de Mangahurco te permitirá observar la Vía Láctea en todo su esplendor.