Si hay un plato que logra reunir familias, revivir tradiciones y contar historias en cada cucharada, ese es la fanesca. Este manjar espeso y generoso, típico de la Semana Santa ecuatoriana, es mucho más que una sopa: es memoria viva, es ritual, es identidad. Y en Loja, donde el alma se mezcla con las montañas y el corazón tiene sazón, la fanesca se sirve con devoción.
🌾 Un Plato Cargado de Simbolismo
La fanesca se prepara con doce granos distintos —cada uno representando a los doce apóstoles—, leche, bacalao seco (como símbolo de Cristo), y un sinfín de ingredientes que requieren tiempo, amor y paciencia. Pero su secreto no solo está en la receta… está en el encuentro.
Cocinar fanesca no es una tarea individual. Las abuelas guían con sabiduría ancestral, las madres corrigen el punto exacto de sal, los hijos ayudan a desgranar, y todos comparten historias mientras el aroma invade la casa. Es un acto colectivo, casi sagrado.
👵🏽 Recetas que No Están Escritas
Cada familia lojana guarda su versión de fanesca. Algunas agregan maní, otras pedacitos de zapallo; unas prefieren que sea más espesa, otras la hacen más ligera. Lo cierto es que no hay una fanesca igual a otra… pero todas tienen algo en común: son un homenaje a nuestras raíces.
🍽️ La Tradición de Compartir
En los mercados de Loja, los ingredientes se buscan con entusiasmo desde semanas antes. El viernes santo, las mesas se adornan con platos humeantes, rodajas de huevo cocido, empanaditas, maduro frito y ají criollo al lado. Nadie se sienta solo: la fanesca es para compartir.
Y cuando la sirves, no solo alimentas el cuerpo… también alimentas el alma. Porque en tiempos de reflexión, esta sopa espesa de historia y fe nos recuerda lo más importante: que el amor también se cocina.
✨ ¿Sabías que…?
- Antiguamente, la fanesca se preparaba en enormes pailas de bronce y se cocinaba a leña.
- Su preparación puede tomar hasta dos días si se hace «como manda la tradición».
- En Loja, algunas comunidades organizan concursos o ferias para premiar a la mejor fanesca del barrio.
❤️ Fanesca: Sabor a Recuerdo
Si esta Semana Santa tuviste la dicha de probar una fanesca hecha en casa, si viste a tu madre remover la olla con cariño o si sentiste que un bocado te llevó a tu infancia… entonces sabrás que la fanesca no es solo comida: es un lazo invisible que nos une como ecuatorianos.